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Existen una serie de factores que intervienen en la calidad del vino, y aunque cada uno juega un papel fundamental, es la suma de todos ellos la que garantiza que el resultado final sea un gran vino.

 

Clima

Aunque no lo podemos controlar, el clima es el factor más influyente en la calidad del vino, ya que determina cómo será la cosecha. Por ejemplo, cuanto más cálido es el clima, más potentes y alcohólicos serán los vinos de esa región; mientras que, si el clima es más frío, nos dará vinos más ácidos y refrescantes. Lo ideal, agrandes rasgos, es que no haya un gran diferencial térmico entre las estaciones porque la temperatura juega un papel fundamental en el crecimiento y maduración de las uvas.

 

Suelo

La vid es una planta que no necesita grandes nutrientes, por lo que lo ideal es que la tierra donde está plantada sea pobre en ellos, pero con un buen drenaje y la capacidad suficiente para retener el agua necesaria para la supervivencia de la planta. Además de los nutrientes, el suelo se compone de arena, rocas de diferentes tamaños, minerales y materias orgánicas. Aquí, las raíces de las cepas ahondan en busca de agua, pudiéndose encontrar raíces hasta a veinte metros de profundidad.

 

 

Tipo de uva

Otro de los factores que más influyen en la calidad del vino es el tipo de uva con el que se elabora, ya que cada variedad le concede al vino un sabor, aroma y apariencia que lo diferencian de los demás. Aunque en la actualidad existen más de 10.000 variedades de uva distintas, solo unas decenas han logrado distinción y popularidad en el sector vinícola. Hay que recalcar que, a la hora de crear un vino, este puede elaborarse con un solo tipo de uva o a partir de una variedad de las mismas.

 

Edad del viñedo

A medida que la viña va cumpliendo años, la calidad de las uvas recolectadas en la vendimia aumentan paralelamente. Por lo general, se considera que una viña es vieja cuando tiene más de 30 o 40 años. A esas edades, la planta ya se ha adaptado completamente al suelo y al clima, y sus raíces han profundizado en el terreno por lo que es más independiente de la sequía. Al tener rendimientos menores, aumenta la capacidad de almacenar nutrientes y la calidad de la uva es mayor.

 

Elaboración

En este punto la figura del enólogo juega un papel fundamental, ya que la forma de elaborar el vino también influye en la calidad del mismo. Y es que, la temperatura de fermentación, el proceso de filtrado y clarificación, la mezcla de varietales, la crianza y el proceso de embotellado son algunos de los procesos que afectan al aroma, textura y sabor del vino.

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